¿Invertir en terapia?

Seguramente todos conocemos a alguien que alguna vez nos ha dicho que desea resolver una situación, inquietud o problema que ha ocurrido en su vida y en automático hemos respondido: "Ve a terapia". Un día, la persona decide dar el paso hacia la atención de su salud mental y entonces se encuentra con una dificultad inesperada: -La terapia cuesta-.

Una barrera muchas veces infranqueable para la cultura Mexicana, siempre pendiente de la opción por lo "gratis" o, "después cuando me ponga peor". Pero, ¿Cuál es la métrica para la obtención de un servicio en un país que destina gran parte de sus recursos al consumo físico, pero pocas veces a los servicios de autoinversión? La respuesta es: No existe.

¿Ya te pasó que decidiste empezar terapia, y te detuvieron los costos? Quizá habrá que comenzar con el autoconcepto de mi propio valor. ¿Cuánto valgo, qué he aprendido a hacer por mi, cómo considero mi propia persona? Y muchas otras preguntas relacionadas con una mirada hacia dentro que nos grita: ¡Ponte de una vez en primer lugar!

Un par de amigos me han enseñado mucho sobre sus costos y tarifas de trabajo al rededor de su experiencia y formación como terapeutas, uno de ellos es terapeuta de conducta en Nueva York, y sus tarifas oscilan entre los 200 y 300 USD por hora. Otra amiga terapeuta de psicoanálisis en Ámsterdam, tiene una tarifa de 350€ una sesión de poco más de una hora. El motivo: la salud mental es salud.

Igual que la neurología, la cardiología, o la hematología, los psicólogos debemos concluir una especialidad, y entonces, formamos con dignidad el proceso de atención de salud refiriendo el conocimiento surgido del órgano que aloja nuestra mente.

Con esta información ¿Invertir en salud mental puede considerarse ahora prioritario? Si la respuesta aún no es a tu favor, entonces recuerda que el costo es aún más alto para quienes deciden vivir todos los días con depresión, ansiedad, miedo, o el profundo peso del pasado que parece nunca aligerarse. Entonces esta inversión de ¡Enormes ganancias posteriores! Vale toda la dedicación personal que puedas darte.

Sugiero siempre: conoce a tu terapeuta, su formación, lo que ha hecho, donde ha estudiado, sus muchas horas de preparación, y a partir de todo esto y la confianza que puedas sentir, ¡Sube a la aventura de la salud mental!

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