Un portal hacia el Interior: COVID-19

Algunas cosas necesitan ser restauradas desde adentro...

Las últimas semanas han representado para la humanidad un tiempo de profundos cambios, y de enormes desafíos que ni siquiera sabíamos que existían. Nos hemos visto inmersos en una esfera informativa donde el panorama se muestra desolador, y esto es comprendido no sólo por nuestro impacto frente a la comunicación que encontramos en la web, sino que también es administrada y acumulada en nuestro inconsciente y allí se vuelve para la psicología un tema de verdadera importancia.

"Nos hemos visto inmersos por una esfera informativa donde el panorama se muestra desolador, ... y eso es administrado por nuestro inconsciente."

Es en nuestro interior donde aquellas cosas que no logramos procesar en medio de la diáspora virtual y social de caos, se gestan como un virus que no sólo se presenta como orgánico, sino también mental, y allí la contaminación puede ser verdaderamente perturbante.

Consecuencias y oportunidades.

Alguien me dijo un día que perder a veces también quiere decir ganar, nunca pensamos que el encierro al que tanto temía traería a la humanidad un respiro de su imparable ritmo. Nunca como antes, los seres humanos hemos vuelto a contactar con aquellas cosas que habíamos dejado olvidadas, muchos de mis pacientes, de las personas con las que convivo han atravesado por momentos tan difíciles, que los han hecho rendirse a sus propias circunstancias, enfrentar sus resistencias, y hacer el cambio.

Hoy, estar en casa no significa para siempre la pesadilla de tener que enfrentar mi propia compañía, ni la de los demás, quizá, en un golpe de suerte, hogar también significa volver al centro de mis heridas, para transformar mis demonios que venían persiguiendo mi propio ritmo, y allí iniciar el camino a la transformación.

Para quienes nunca han tomado terapia, quizá vivir el aislamiento significa un durísimo momento de autodescubrimiento, pero para quienes hemos caminado acompañados por un profesional de la salud mental, perder, también quiere decir ganar(me), y ganar(lo), a eso que en mi propio no darme cuenta ya daba casi por perdido.

Nunca volveremos a ser los mismos, pero seremos dignos de transformarnos a nosotros mismos.